LA PLAZA DE
San José
"Una golondrina, de charol morado, por el arco pasa, de mi plaza a ratos". Vicente Núñez
Ochavada
y única
Con más de doscientos años de historia, en el cerro de la Silera se encuentran uno de los dos monumentos más emblemáticos de la ciudad de Aguilar de la Frontera, la Plaza Octogonal de San José.
Aunque en 1803 ya se tenía intención de construir una plaza en el despoblado de la Silera, su diseño no se fecha hasta 1806, atribuido a Juan Vicente Gutiérrez de Salamanca.
El proyecto se finalizó hacia 1810, siendo corregidor Pedro Antonio González de Canales y fue su maestro de obras, Francisco de Paula Ruiz, si bien el edificio del Ayuntamiento no se terminó hasta 1813.
De estilo neoclásico, esta plaza mayor programada se deli- mita interiormente por un polígono octogonal de lados iguales y se comunica al exterior mediante cuatro pasos cubiertos con arcos de medio punto rebajados.
Las distintas fachadas presentan tres alturas enrasadas -excepto las Casas Consistoriales y edificio anejo con dos niveles-, con superposición de órdenes en pilastras de la calle principal de sus respectivas portadas. Remata el conjunto un sotabanco con altos pináculos.
Desde su construcción hasta los primeros años de 1960, cumplió su principal cometido como mercado de abastos.
Ha sufrido distintas restauraciones, sobresaliendo la efectuada en la década de 1970, que sirvió para dotarla del actual pavi- mento y de cierta uniformidad de fachadas.
Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en mayo de 1974.