EL YACIMIENTO DEL
CASTILLO
El cerro del Castillo fue uno de los principales asentamientos humanos desde la Edad del Bronce, así como de las sucesivas civilizaciones antiguas (romanos y árabes), tal como se evidencia por la notable presencia de restos arqueológicos conservados.
Con la toma cristiana ya como tierra de señorío, debe destacarse la gran aportación realizada por Alonso de Aguilar, dotando al territorio de un castillo nuevo (ca. 1471) -si bien inconcluso-, acondicionado a la nueva tecnología poliorcética.
Desde mediados del siglo XVII el castillo va perdiendo su funcionalidad específica, destinándose a hospital (1680) y, de manera progresiva, peligrando su conservación. El terremoto de Lisboa (1755) provocó parte de su derrumbe (p.ej., Torre de la Cadena), convirtiéndose en cantera para diversas obras públicas y privadas tanto de Aguilar como del entorno colindante.
En cuanto a las tareas arqueológicas emprendidas, hemos de señalar que, de manera interrumpida, vienen practicándose desde el año 2003 hasta la actualidad, sin contar las intervenciones puntuales llevadas a cabo desde finales de 1970, aproximadamente.
El recorrido por el yacimiento arqueológico puede realizarse según el itinerario dispuesto para tal fin. Así, se comenzaría por la Falsabraga (1), cuya defensa se articulaba mediante troneras, quedando tras éstas una liza de más de tres metros de ancho. Este paseo nos permitiría acceder al Patio de Armas (2), en su día porticado con dos alturas y con dos aljibes en su centro.
Avanzando hacia la esquina noreste, encontraríamos la Torre del Homenaje (3), de planta rectangular y gran envergadura, se conserva el sótano. Se cubría con dos bóvedas de crucería simple, con sus respectivas claves octogonales, perdurando asimismo la esquina oriental del cubo (“Peñón del Moro”) donde pueden apreciarse el arranque de las nervaduras.
Al oeste de la Torre del Homenaje, se ubica la Poterna (4), usada en caso de asedio, entre otros fines. Situada de forma estratégica para complicar la entrada al enemigo, la Entrada en recodo (5), fue construida en época de Gonzalo Fernández de Córdoba. El castillo poseía una torre albarrana -Torre de la Cadena- (6), de planta circular y base maciza, que tenía tres plantas y una única entrada desde el muro oriental. Por último, hemos de destacar las Torres del sureste (7).
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