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NUESTRA

Gastronomía

Sencilla, variada y especialmente sabrosa. Su secreto está en el sabor de siempre, heredado de la cocina familiar y tradicional

La tríada mediterránea

La gastronomía aguilarense se basa en la tríada mediterránea (trigo, aceite y vino). No en vano, presenta un número importante de cooperativas y bodegas que se dedican a la elaboración de aceite de oliva y a la crianza de vino. Ha sido definida como sencilla, variada y especialmente sabrosa. Su secreto está en el sabor de siempre, heredado de la cocina familiar y tradicional.

Como plato más genuinamente aguilarense, destacan las “JOECAS”

-antigua cena de aceituneros-, al igual que el puré de tomates y huevos, el estofado de alcachofas, el conejo en salsa, el salmorejo, el gazpacho, entre otros, cuyos ingredientes básicos proporcionaban las huertas, el campo o la cacería. Respecto al arroz con gallo, éste solía comerse próximo a la celebración de la Feria de San Miguel al cocinar las aves subastadas.

Repostería

En el apartado de la repostería tradicional que suele realizarse en ciertos momentos del año (sobre todo en Semana Santa, Festividad de Todos los Santos o Navidad), sobresalen las magdalenas, borrachuelos, “gañotes” (similar al borrachuelo, pero con huevo y azúcar), gachas de mosto, pan de higo o el “arrope”.

Confiterías y pastelerías, templos de nuestra respostería tradicional

Aguilar siempre ha tenido fama por sus confiterías, verdaderos templos de la exquisitez. Los dulces más reconocidos son las merengas de café, los rizados de almendra o los bizcochos de Génova, fundamentalmente. Sin embargo, la variedad se hace infinita a lo largo de sus expositores (canutos de crema, brevas de chocolate, cocas o sultanas de coco, cortadillos, nevados, hojaldres, roscos de yema, piononos, palmeras…).

Ver confiterías